Sensaciones de Ícaro
Inicia la exposición errante, como un ave asustadiza de volar.
En su primer ensayo recuerda a la paloma muerta, la abuela y el desinterés.
Todavía siente golpear su cuerpo en el contenedor de basura.
Muestra Zottola un trabajo construído desde la materia, físico, fijado al suelo.
Papel rugoso, restos de cinta, fotos emulsionadas de mil maneras, reflexiones en lettera Olivetti... y Juan Salvador Gaviota.
Reconstruye el texto a base de cinta adhesiva. Selecciona citas, agrega fotos - fotogramas. La incursión entre la palabra y la imagen se eleva, inicia el vuelo.
Emerge una cuaternidad. Hay un Derrida deconstructor y un Heidegger que vela lo divino.
Salta hacia adelante y hacia arriba desde un arco dialéctico.
En su primer ensayo recuerda a la paloma muerta, la abuela y el desinterés.
Todavía siente golpear su cuerpo en el contenedor de basura.
Muestra Zottola un trabajo construído desde la materia, físico, fijado al suelo.
Papel rugoso, restos de cinta, fotos emulsionadas de mil maneras, reflexiones en lettera Olivetti... y Juan Salvador Gaviota.
Reconstruye el texto a base de cinta adhesiva. Selecciona citas, agrega fotos - fotogramas. La incursión entre la palabra y la imagen se eleva, inicia el vuelo.
Emerge una cuaternidad. Hay un Derrida deconstructor y un Heidegger que vela lo divino.
Salta hacia adelante y hacia arriba desde un arco dialéctico.
En su tensión anuda
el cruce - vuela - entre el espíritu, lo eterno y
ascendente, y lo perecedero y descendente, con el ser
mujer (tachada, trae a primer plano un yo
enfático) y el anhelo de resurrección.
De la muerte, de la fragilidad de la vida, de lo que se hunde en la tierra, extrae la artista el alma en sus fotografías. Bella y compleja obra de Zottola, en su cámara roja.
De la muerte, de la fragilidad de la vida, de lo que se hunde en la tierra, extrae la artista el alma en sus fotografías. Bella y compleja obra de Zottola, en su cámara roja.
ZOTTOLA, I. Ícaro. Madrid: Ed. Anómalas, 2021.
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