Oración

Era tu voluntad
y aquí estamos, 
familia y amigos
con lo que fueron tu cuerpo, 
tus pensamientos, 
tus anhelos y alegrías.

Era tu deseo
pues aquí te refugiabas
de los sinsabores,
de los problemas, 
de ti mismo y tus contradicciones.

Amaste la amistad
y tus amigos 

te rinden homenaje.

No siempre estuve 

a tu altura, amigo.
Pensé que tu compañía 

no me hacía bien,
que debía de alejarme 

de tu universo de taller, 
de infelicidad, 

y de huida hacia adelante.

Tú, sin embargo, 
siempre fiel,
aparecías,

cuando la necesidad ahogaba, 

y golpeando la puerta 
ofrecías 

los mejores veranos:
trabajo y amistad, contigo.

Duerme,
en la cala que te cuidó,
junto a los peces 

que velaron tu lumbre 
y temieron tu red.

Aguarda paciente

compañero, amigo, padre.

Cumples primero 
nuestro destino común.
Ya eres uno, 

uno ya,
con las rocas 
y el mar,

al abrigo del Ser.