Del dios oculto
En el templo
cobijado
en la umbría.
Sólo una pared
y el altar mayor.
Dios se resguarda
tras un ventanuco.
Mortaja y marco en cruz
de aquella madera.
Un bote de conserva,
jarrón.
Flores secas
por naturaleza.
Desde ahí
un dios humilde
contempla el mundo,
asustado.
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