El lobo y la serpiente

El lobo y la serpiente
se dejan ver en el camino.
Ella, escurridiza,
mudando piel
se esconde en el empedrado.
Él, de mirada negra, erizado
se encrespa amenazante.
El hombre increpa a la bestia.
Voces de amo y toma de mando.
Feroz, de fauces abiertas
se alza enfrente y
de rabia cierra el paso.
Agarra la bestia
sin demora el hombre
y contra la pared
la arroja.
Él, como ella, se confunde
en el empedrado.
Lobo y serpiente,
estructura del mundo
a una con él aguardan
otra ocasión.
En el sueño del camino
la astucia y el demonio se cruzan,
señales evidentes de andar
el sendero verdadero.