Acerca de la transformación digital

Carta abierta a los/las compañeros/as que hoy empujan porque seamos líderes en este ámbito en respuesta a la invitación a pensar una definición para la "Transformación Digital".
“Amigos, notad que la definición de "Transformación" no puede caer en la tautología: no podemos utilizar la palabra "transformación" para definir lo que la transformación es. Por ello, los puntos relativos a Procesos y Cliente los revisaría. Pero esto no llega siquiera a sumergirse. Estamos en la mera superficie de las palabras. Es como si los ejes planteados de estrategia, procesos, cliente y negocio hubieran sido primero ordenados y después catalogados como "transformación" cuando, pienso, el reto es empezar a pensar qué es eso de la transformación y qué es aquello de lo digital. Así, la invitación a opinar requiere plantear y acceder a tres preguntas previas:
a) ¿Qué es transformar?
b) ¿Qué transformación?
c) ¿Qué es digital?
Quizá con esto no vaya a ser de ayuda, pero quiero aportar unos pinceles y colores diferentes al lienzo. Ahí van mis reflexiones, a vuela pluma, esta preciosa mañana de domingo:
Transformar es dejar de ser una cosa para ser otra: un acontecer esencial; nada que ver con cambiar de forma, nada con cambiar de actividad, nada con cambiar la manera en la que se hacen las cosas. Pensemos en lo que queremos decir con "Transformar el mundo" y veréis que "mundo" encierra mucho más que lo tangible y las formas acceder a lo mismo. Mundo es el espacio de los hombres y las mujeres. Mundo es su historia y cultura, sus creaciones y obras, sus creencias y mitos, sus diversos lenguajes, sus pensamientos y palabras...
Transformación es lo perceptible del transformar. Si existiera un proceso en la acción de transformar éste sería el residuo sólido: lo tangible, mensurable, historiográfico. Lo que un tercero podría constatar y narrar. Cuando leemos un libro, sea del género que sea, leemos restos de un transformar pero no acertamos a percibir el transformar en sí: éste dejo de existir en el momento en que sucedió. Por tanto, transformación es, a lo sumo, una materia residual. A veces pienso en ella como colores de una paleta: los restos de zinc, de cobre, de níquel, convertidos en texturas para el pincel. Con la transformación podemos hacer muchas obras pero debemos ser conscientes de que lo esencial ya ha ocurrido: siempre serán obras derivadas, residuales, inesenciales.
Digital... Evolución extrema de un modelo lógico-matemático que reduce todo a un estar o no estar, un pulso de tensión o un vacío. Evolución que se ha extendido a todas las formas de lo real apropiándose de ella. Hoy todo lo que rodea al mundo de los hombres tiene esos tintes digitales: desde la mesa de nogal sobre la que escribo hasta el bloc de notas que utilizo. Lo digital ha procedido a replicar y virtualizar todo lo real. Ahora la realidad cobra forma de archivos: por tanto, es copiable, almacenable, reproducible y eliminable, siempre, esto sí, que se haga uso de medios digitales. Así que lo digital ha encontrado la forma de apropiarse y perdurar.
Hay algo inquietante en la lógica binaria del “sí” y el “no”, pero no es objeto de la pregunta que invitaban a considerar nuestros/as compañeros/as de cara al Congreso. Se trataba de valorar si sobraba o faltaba algo en la definición aportada. Pienso que el símil de la pintura y los colores va cobrando fuerza. Pienso que la transformación digital es - simplemente - una técnica para pintar lienzos: estos lienzos, de acuerdo a la definición aportada en la entrada de Google, cobran el aspecto de cultura, proceso, mercado... pero podrían ser cualesquiera otros: las descritas no dejan de ser más que aplicaciones. Un pintor, un transformador digital, puede crear cuantas obras desee simplemente mirando a su alrededor y preguntándose cómo podría apropiarse de esa realidad con sus texturas y pinceles. Nuestro Transformador podría optar por pintar la naturaleza (empecemos a pensar en el prefijo "geo" y veamos hasta donde puede llegarse), por pintar las ciudades (y aquí se cuela lo "smart" y su dura acepción germánica), por pintar a las personas (sus sentimientos, sus expresiones, sus formas de relacionarse, sus querencias... y nos encontramos a las "redes"...), o dejar volar su imaginación (y pensar en la posibilidad de que los objetos que pinta cobren vida, desarrollando ya lo que sabemos viene: una inteligencia no humana, de base binaria).
Por tanto, y finalizo, la transformación digital es un proceso histórico. No se sujeta a una definición. Todo lo más a un fluir y un evolucionar. El transformar esencial se produjo en los años de la 2ª gran guerra. Ha crecido de la mano de la física atómica-electrónica y empieza a percibirse un camino a través de la física cuántica. Todo lo que tenemos ahora son aplicaciones de ése dejar de ser "analógico" pero sólo son restos del transformar. ¿Queremos liderar la transformación? Seamos creativos con los materiales residuales que quedan: se pueden hacer obras muy útiles para el hombre y para el propio proceso. ¿Queremos ir un paso por delante? Pensemos qué está esenciando ahora mismo (ahora puede ser hace treinta años) y construyamos sobre el transformar (no sobre la transformación)”.

En Bilbao, 24 de septiembre de 2017.

Comentarios

Entradas populares