Hipocresía

Y servilismo.
Una cadena privada lleva ya 24 minutos hablando de una mujer que ha fallecido de un problema cardíaco. ¿Quién paga este tiempo?
Si la mujer fue formalmente acusada, apartada por los suyos, pocas palabras.
Que ha sido vapuleada, apaleada, vilipendiada, todo.
Se murió, sí, porque el corazón falló.
Pero falló - claro - porque la sometieron a "una presión insoportable".
El resto de las personas que se mueren de infarto de miocardio es por razones naturales, naturalmente.
Cuanta hipocresía. Al menos, su familia, algunos o todos, la querían.
Nadie se alegra por la muerte de una mujer.
Tampoco sus adversarios.
¿La convierte eso en inocente? Ya veremos lo que dice la justicia.
Por lo pronto, el dolor y el duelo. Su familia y ella no merecen menos.
¡Qué país, España, qué país! La autarquía le ha hecho un inmenso daño.
¿Cuándo lo superaremos?
Desde el respeto y sin dejar el escaño vacío.
"¿Tú crees que los que fueron tuyos sienten de verdad lo sucedido?", se pregunta inquieta una blanca compañía. "Algunos", dice ella, sabia, "algunos".
Descanse en paz y consuelo para sus seres queridos.
Que la justicia continúe incansable su camino.