La Modernidad y su Triunfo (II)

Se detiene Jaspers en el análisis de la época contemporánea, no la suya ni la nuestra, sino la de su "Nietzsche". En La imagen del tiempo (JASPERS, K. Nietzsche, p. 355) describe el sentimiento del filósofo respecto a su momento presente. El retrato es sobrecogedor: Nietzsche parece estar viviendo interiormente el horror que aguardaba al siglo XX. Rebusco los textos en las Intempestivas y los recojo, con admiración. Su ser sigue presente, apenas sí transformado, donde los Estados rinden el papel que les otorgó la primera mitad del siglo XX, rinden ese papel a lo privativo, a la buena voluntad del depredador libidinoso (inolvidable Lyotard...). ¿Qué gobierna el mundo hoy? Unas pocas organizaciones globales - no la ONU ciertamente - donde los puestos de poder son debidamente gestionados. Pero vayamos a Nietzsche:
"Los manantiales de la religión cesan de fluir y dejan tras de sí pantanos o estanques; las naciones se dividen de nuevo con inusitada hostilidad ansiando devorarse. Las ciencias, cultivadas sin atisbo alguno de medida, en el ciego laisser faire, despedazan y disuelven todo lo que se consideraba firme y consistente; las clases y los Estados cultivados son engullidos por una economía gigantesca y desdeñosa. Nunca fue el mundo más mundo, nunca fue tan pobre en amor y bondad. Las clases cultas han dejado de ser faros o asilos en medio de toda esa tormenta de mundanería; ellas mismas se muestran también, cada (115) día más nerviosas, más carentes de ideas y de amor. Todo sirve a la barbarie futura, el arte y la ciencia actuales incluidas (116) (...) Vivimos el periodo del átomo, del caos atómico (...) Hoy, tan sólo las fuerzas más groseras y malvadas determinan prácticamente lo que existe sobre la tierra manifestándose por medio del egoísmo de los propietarios y del militarismo de los déspotas violentos (117)"
NIETZSCHE, F. Consideraciones Intempestivas. Buenos Aires: Alianza, 2002.

Treinta y ocho años después estalló la primera Gran Guerra; sesenta y tres años después la segunda; la guerra presente, la global - la de los recursos energéticos y el precio del Brent, la que salpica al Occidente cultivado y sesga vidas por centenares cada día en el resto del mundo; la tercera, la nuestra, la del combate contra el terror, bien merece una fecha de inicio: quizá las aguas que recorrieron Berlín, el 9 de noviembre de 1989, fueron el salto adelante para este presente. De vivir con el temor a la guerra atómica a vivir simplemente en guerra. "Los manantiales de la religión..." pero todavía hay discursos: Presidente Obama, lunes 28 de septiembre de 2015, ante la 70 Asamblea General de las Naciones Unidas:
"De las cenizas de la Segunda Guerra Mundial, después de atestiguar el poderío inimaginable de la era atómica, Estados Unidos ha trabajado junto con muchas naciones de esta Asamblea para evitar una tercera guerra mundial, forjando alianzas con viejos adversarios; apoyando la aparición estable de democracias fuertes que responden a sus pueblos en vez de a una potencia foránea; y a edificar un sistema internacional que impone un costo sobre aquellos que escogen el conflicto por encima de la cooperación, un orden que reconoce la dignidad y el valor igualitario de toda la gente".
Quizá en Noviembre abandone su cargo el mejor presidente de los EE.UU. de la era actual, pero el mundo - lamentablemente - dista mucho de ser un lugar de orden e igualdad. Quizá un mayor liderazgo hubiera sido necesario. Quizá no era deseable. Quizá es todo muy complicado o imposible...

Comentarios

Entradas populares