Pensar el presente - un nuevo imaginario
Sigo
la senda de Quesada cuando postula
por un tercer imaginario. De los griegos a los ilustrados modernos hasta una
revolución neoliberal surgida del hundimiento del régimen socialista y que toma
como fecha de nacimiento la caída del muro de Berlín. Plantea Quesada la
necesidad de pensar cómo será la sociedad de la globalización sin dejar de
afirmar que «otra globalización es posible». Hilvana la relación tortuosa entre
feminismo y democracia; plantea cómo la «xenofobia, colonización, esclavitud,
radicalismo, patriarcalismo» encuentran su laboratorio y germen en los mismos
países «portadores de los ideales ilustrados».
Hay
una cierta resignación a la no existencia de alternativa a la democracia
liberal… Refiere Quesada a Sartori para tratar de la «refundación», «el-mundo-que-vuelve-a-la-democracia»,
con el surgimiento del Homo oeconomicus, el
valor del «ser propietario», ser-propietario (cursivas mías). Sobre
Sartori y Polany se retrata un proceso doloroso hacia la emancipación
individual, hacia la «pérdida del miedo a la libertad». En cierta forma, ésta
es equiparada al «individualismo posesivo» que viene a acabar con todo lo que
podría suponer un bien común: es, en palabras de Quesada, «la consagración de
lo privado».
Cierra
el artículo, no invocando un proceso emancipatorio, sino de voluntad de
superación, cuando repara en que «los modelos fueron aquellos griegos o
modernos que jugaron con la voluntad de superar las limitaciones de un orden
anquilosado y tuvieron la capacidad inventiva y la imaginación creadora».
Recojo,
a modo de apunte, su referencia a Agra, sabiendo que servirá de enlace entre el
movimiento híper-modernista (¿es globalización sinónimo de híper-capitalismo?;
quizá por reducción al criterio economicista, sí; pero esto es como juzgar al
todo por una de sus partes) y el movimiento post-moderno.
«Se trata de pensar el presente, de arriesgarse, puesto que como diría N. Fraser “volamos sin instrucciones”, de interrogarse sobre la posibilidad y los contornos de una democracia post-liberal, post-socialista, ante la crisis civilizatoria y el agotamiento del paradigma moderno, desde uno de sus supuestos básicos, esto es, desde la razón en tanto que razón situada».
Urge
abrir esta brecha. Hoy no está en la agenda política. La política se rinde ante lo político.
Ahí empieza el problema. Sí son tiempos para Utopía.
Todas
las citas referidas en QUESADA, F. ¿Un
nuevo imaginario político? Revista internacional de filosofía política,
ISSN 1132-9432, Nº 17, 2001, págs. 5-30. Disponible en su edición digital en http://e-spacio.uned.es/fez/eserv.php?pid=bibliuned:filopoli-2001-17-0017&dsID=pdf
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