Decisiones no tan complejas

¿Crecer o reducir?, ¿contratar o despedir?, ¿aceptar el riesgo o dejar pasar? Se entiende que un empresario no debería optar por reducir, ni por despedir, ni por dejar pasar... y sin embargo es lo que estamos haciendo. ¿Pero no es ser empresario ser emprendedor, es decir, aceptar el riesgo como el componente fundamental del juego? ¿Qué clase de empresarios tenemos que cuando deben dar el do de pecho optan por reducir, despedir y dejar pasar? Se dirá, "no es momento de abordar inversiones, no es momento de avanzar, es momento de atrincherarse, es momento de refugiarse de la tormenta..." Son todas razones de perdedores. Si este es nuestro empresariado mejor cambiar de país. ¿Cómo es posible que profesionales de la talla de G., de K., de M. estén esperando una oportunidad para volver al mercado? ¿Cómo es posible que no estemos llamando a su puerta? En parte el problema no es la crisis, es nuestra propia estructura, la forma que tenemos de abordar el mercado, el egoísmo, los personalismos, el pensar "esto es para mí" en lugar de trabajar la oportunidad. Apetece analizar el destino de los fondos públicos provisionados para financiar el I+D+i, es decir, la creación de empleo de alta cualificación, la apertura de centros de trabajo en el exterior, la creación de nuevos productos o la mejora de los existentes, y así un largo etcétera. Apetece saber qué destino ha tenido ese dinero, cuál es la relación entre cada Euro público dedicado a incentivar la economía productiva y el impacto real de los mismos. ¿Quién verifica que lo escrito en las memorias se ha realizado?, ¿quién que los profesionales han dedicado las horas señaladas en los descargos?... Pero eso son temas menores si - al final - cada Euro público invertido ha generado un 110%. ¿Quién mide esto? "Suma y sigue", comenta J. "Es un problema de financiación", señala C. No es cash lo que hace falta, es valor; al menos es lo que pienso: ¿valor y empresarios? “¡Empresarios!, ¿vamos a seguir esperando a que las cosas vayan bien para actuar, o actuamos ya y hacemos nosotros que las cosas vayan bien?”; si no os movéis alguien os moverá, y - luego - ya no habrá oportunidad y será demasiado tarde.