Sileno, el hombre y la nada
Una vieja leyenda cuenta que durante mucho tiempo el rey Midas había intentado cazar en el bosque al sabio Sileno, acompañante de Dioniso, sin poder cogerlo. Cuando por fin cayó en su manos, el rey pregunta qué es lo mejor y más preferible para el hombre. Rígido e inmóvil calla el demonio; hasta que, forzado por el rey, acaba prorrumpiendo estas palabras, en medio de una risa estridente:
«Estirpe miserable de un día, hijos del azar y de la fatiga, ¿por qué me fuerzas a decirte lo que para ti sería muy ventajoso no oír? Lo mejor de todo es totalmente inalcanzable para ti: no haber nacido, no ser, ser nada. Y lo mejor en segundo lugar es para ti – morir pronto».
NIETZSCHE, F. El nacimiento de la tragedia. Tres.
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