Euskadi TIC - creatividad y emprendizaje
Miro a mi alrededor y no encuentro valor diferencial alguno en nuestras empresas TIC. Repasas sus webs y ves los mismos clientes, las mismas referencias, los mismos usos tecnológicos, las mismas certificaciones... Es un desierto del modo de hacer único. ¿Dónde se quedó la creatividad y el impulso de nuestros abuelos? Desde finales de los 90 venimos anunciando la buena nueva tecnológica, el fin del cliente-servidor, el retorno al CPD, las comunicaciones como soporte del negocio, la interpretación de tendencias para crear productos avanzados...; ahora, lo podemos tocar con las yemas de los dedos pero nos mostramos inseguros... ¿Quién dará el primer paso? Parece que todas están ahí, ¿pero quién está realmente?, ¿quién ha realizado implantaciones cloud al servicio de nuestras empresas y sociedad?, ¿quién ha explotado la informática social?, ¿quién ha llevado el contexto a las necesidades de nuestras empresas y ciudadanos? Las clásicas, muchos años al servicio de los mismos clientes; las nuevas, intentado posicionarse a través de sectores de alto riesgo que requieren importante sustento en modo de activo financiero. Nos falta creatividad, sin duda; nos sobran subvenciones al I+D+i (esto no aporta; ¿quién sigue el dinero?, ¿quién verifica su aplicación en los proyectos presentados?, ¿quién ha recuperado su inversión a través de los productos financiados con los programas de ayuda?); nos sobran incentivos a la internacionalización (¿para qué? el dinero se mueve ahí donde puede crecer; es su lógica); pero sobre todo, nos faltan empresarios (hombres y mujeres que asuman riesgos, que no estén pendientes de la limosna pública sino de su deseo de transformar el medio a través de la invención). Tenemos poco tiempo. Debemos invertir (es decir, dedicar nuestras horas, lecturas, pensamientos y obras) en la creatividad y el emprendizaje. Esto hará de nuestro desierto un vergel de biodiversidad TIC. ¿Cuándo? Ahora.
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