Tarde de otoño
Lluvia generosa, chaparrada y sirimi,
caricia y excusa
de cobijo y abrazos en los soportales.
Compartir
paseo solitario, teléfono en mano.
Fotos furtivas, robados retratos de mis paisajes queridos.
Etxebarria y sus caminos, red de pisadas
trazos y anhelos.
Amarillos plataneros y
blancas gaviotas
jubiloso albedrío si Kantauri aprieta al noroeste.
Cipreses y portalón olvidado cementerio,
Calzadas y recuerdos de Unamuno,
puerto interior del Ibaizabal,
loma que domina El Arenal y La Esperanza.
Cuesta de Begoña, madre paciente,
escucha mis palabras
y mis silencios resguardados
en gregoriano manto en el templo vacío
Tarde gris y azul,
dorada y tenebrosa.
Sombras posadas sobre el follaje,
jardines y rosas
perennes sedientas de amantes.
Vuelas precipitada en auxilio de otros,
huidiza, reservada
luz melancólica,
¿por qué anuncias tu ausencia?
caricia y excusa
de cobijo y abrazos en los soportales.
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paseo solitario, teléfono en mano.
Fotos furtivas, robados retratos de mis paisajes queridos.
Etxebarria y sus caminos, red de pisadas
trazos y anhelos.
Amarillos plataneros y
blancas gaviotas
jubiloso albedrío si Kantauri aprieta al noroeste.
Cipreses y portalón olvidado cementerio,
Calzadas y recuerdos de Unamuno,
puerto interior del Ibaizabal,
loma que domina El Arenal y La Esperanza.
Cuesta de Begoña, madre paciente,
escucha mis palabras
y mis silencios resguardados
en gregoriano manto en el templo vacío
Tarde gris y azul,
dorada y tenebrosa.
Sombras posadas sobre el follaje,
jardines y rosas
perennes sedientas de amantes.
Vuelas precipitada en auxilio de otros,
huidiza, reservada
luz melancólica,
¿por qué anuncias tu ausencia?
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