El Régimen del Pienso
El Régimen del Pienso, estudiado título que es una invitación a su contenido. Régimen como sistema, organización, estructura, burocracia... Pero también como racionamiento, moderación, retraimiento, privación... Y los dos sentidos convergen en la parodia, trágica, de la empresa estatalista de ganado porcino trabajador apestoso que muere día a día a causa del pienso, pienso que es la carencia de pensamiento, la nadaN un régimen alimenticio de nada. Tragedia en la comedia, Martín muere como hombre. Su cordura es la epidemia que los cerdos no pueden erradicar porque hacerlo sería su extinción. Martín es expulsado, condenado, drogado y sacrificado. Muere el deseo de justicia. Triunfa un sistema creado para los cerdos. Y al final del camino, un paseillo con ovación. "Sólo cuenta cuanto pudiste retozar, cerdo". Agoniza el existencialismo, la libertad se ahoga. El totalitarismo (no es nuevo) impera, el régimen atenaza, el proceso histórico es "justificación". El hombre se desvanece en la animalidad. Foucalt en cada archivo. El bramor de la granja orweliana en cada estante, en cada jaula, en el porquerizo. El nihilismo sustenta el nuevo régimen: "deconstrucionismo". El pienso calma las ansias de libertad, resuenan golpes de la fábrica marxista, la historia es algo antiguo, renace el silencio. El hombre muere, la historia muere. Emerge el fin de la historia como "amanecer del pienso único". Muere el pensamiento, hipérbole epigónica, "¿pero por qué reía el espectador?" Asistían a su sacrificio. Una platea, un gran matadero. "¿Por qué no salen los actores?" Porque no era una obra, era una ceremonia, un sacrificio y un paseo triunfal. Terrible capitalismo.
El Régimen del Pienso requiere una introducción. No es una obra al uso. Solo puede sentirse. La representación es una excusa. No se sabe lo que se está viendo, no se entiende su contenido, "y cuando lo entiendes estás muerto". Excelente obra, caso de estudio para la Academia, síntesis del postestructuralismo y los tiempos que vivimos. Normal que la cultura y la filosofía estén en el punto de mira. Son la tabla de salvación. Por un Humanismo nuevo.
El Régimen del Pienso requiere una introducción. No es una obra al uso. Solo puede sentirse. La representación es una excusa. No se sabe lo que se está viendo, no se entiende su contenido, "y cuando lo entiendes estás muerto". Excelente obra, caso de estudio para la Academia, síntesis del postestructuralismo y los tiempos que vivimos. Normal que la cultura y la filosofía estén en el punto de mira. Son la tabla de salvación. Por un Humanismo nuevo.
Confesiones, olvidé el número.
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