El Arte de Ganar (VI) - Ganar es un proceso (3) - Concursar
Concursar es el «momento
cumbre». Todo el trabajo realizado en la etapa de seducir se somete
a prueba en el momento de concursar.
Concursar responde a
criterios de oportunidad. La aparición de una «oportunidad de
concursar» es el resultado de la suma de posición y posibilidad:
·
«El cliente objetivo ha sido contactado, la
empresa presentada, las ideas formuladas, las expectativas y las ideas casadas,
surgen las oportunidades».
Concursar requiere las
etapas siguientes:
a) Cualificar
la oportunidad: cualificar es «parar y pensar», es medir de forma
objetiva las posibilidades de éxito y el esfuerzo necesario; es razonar si el
concurso es de interés para el negocio.
b) Decidir:
realizado el análisis es el momento de decidir; «ir o no ir, esa es la
cuestión».
c) Dotar:
si la opción ha sido «ir» es necesario «crear y provisionar» un
equipo de trabajo para el concurso.
d) Desarrollar:
el acceso a un concurso se materializa en un producto de trabajo «Propuesta»
que suele dividirse en tres: (1) «memoria técnica», (2) «memoria
económica» y (3) «memoria administrativa».
e) Presentar:
el resultado del desarrollo se presenta al cliente y se somete a su evaluación.
f) Evaluar:
todo el proceso debe servir para la mejora de la organización.
Cualificar la oportunidad responde
a criterios de oportunidad.
La cualificación se realiza en
base a dos aspectos: (1) cualitativos y (2) cuantitativos.
Cualificar la oportunidad en
términos cualitativos requiere responder a preguntas como:
·
«¿Cómo surge la oportunidad?».
·
«¿Ha sido localizada en un portal o
comunicada por un servicio de información?».
·
«¿Ha sido invitada la organización a
concursar ?, ¿por qué?».
·
«¿Ha
sido la organización responsable de que aparezca la oportunidad?, es decir, ¿se trabajó con el cliente
objetivo?».
·
«¿Ha
sido la organización partícipe del proceso de elaboración de las condiciones
para concursar (pliego)?».
·
«¿Ha podido la organización acceder y rectificar
el contenido de las condiciones para concursar?».
Los buenos directivos y
los buenos comerciales saben que:
·
Una oportunidad en la que la organización no ha
participado no es oportunidad puesto que alguien ya está posicionado.
·
Si la oportunidad es fruto del azar no es
oportunidad puesto que no ha sido trabajada y la organización no está
posicionada.
·
Si la oportunidad es fruto de una invitación
pero no ha sido trabajada tampoco es oportunidad: es «relleno».
·
Si la oportunidad es fruto de trabajar el
contacto y la posibilidad entonces sí es una oportunidad.
Cualificar la oportunidad en
términos cuantitativos requiere responder a preguntas como:
·
«¿Por qué es de interés para la
organización?».
·
«¿La oportunidad responde a alguno de los
modelos de negocio vigentes en la organización actual?».
·
«¿La oportunidad responde a alguno de los
modelos de negocio recogidos en la planificación estratégica de la
organización?».
·
«¿La oportunidad puede ser ejecutada de forma
individual o requiere colaboraciones de terceros?».
·
«¿La oportunidad puede ser ejecutada con las
infraestructuras y medios actuales o requiere acometer comprar e/o
inversiones?».
·
«¿Puede desarrollarse en términos de coste y
duración soportando los márgenes?».
·
«Caso de materializarse, ¿qué riesgos supone
para la organización su ejecución?».
·
«Caso de materializarse la oportunidad, ¿qué
previsión de ingresos-gastos tiene?, ¿su cash-flow sería sostenible?, ¿se
precisaría adquirir a financiación externa?».
Los buenos directivos
saben que:
·
Una oportunidad que no responde al negocio
presente o futuro de la organización no es oportunidad: es «ruido».
·
Una oportunidad que no puede ser ejecutada por
la organización no es oportunidad: es «dispersión».
·
Una oportunidad que no es rentable no es
oportunidad: es «ruina».
·
Una oportunidad que no tiene un cash-flow
positivo no es oportunidad: es «inversión y riesgo».
·
Si la oportunidad responde al modelo de
negocio presente o futuro de la organización, si requiere inversión pero es
gestionable en términos de cash-flow positivos, si puede ser ejecutada (bien
de forma individual bien mediante alianzas con terceros), si es rentable,
entonces sí es una oportunidad.
Una organización que cualifica
las oportunidades en términos cualitativos y cuantitativos, descartando
unas y aceptando otras, siguiente criterios claros y mensurables, alineados con
la posición y la estrategia, es una organización que gestiona de forma
eficiente el proceso de acceso a mercados en la etapa 3. Concursar – a)
Cualificar.
Una organización que cualifica
las oportunidades tiene más posibilidades de ganar que otra que no lo haga.
Decidir es la razón
principal por la que existen directivos en las organizaciones.
·
Los buenos directivos toman decisiones
considerando la sostenibilidad y crecimiento de la organización.
·
Los buenos directivos no toman
decisiones que pongan en riesgo la viabilidad del proyecto empresarial.
·
Los buenos directivos no
toman decisiones fruto del «deseo», del «capricho» o de la «disposición
de ánimo».
·
Los buenos directivos toman decisiones
fruto de un análisis de todos los elementos que intervienen en la
oportunidad.
Nada hay más vergonzoso para un
directivo que decir «no lo consideré».
Por ello, es responsabilidad
de los directivos – y sólo de los directivos – decidir acudir o no
acudir a un concurso, movilizar o no movilizar los recursos,
actuar o dejar pasar…
·
Los buenos directivos saben cuándo un
comercial «ha trabajado al cliente» para acceder con posibilidades
reales a un concurso.
·
Los buenos directivos saben cuándo una
oportunidad es de interés para la organización.
·
Los buenos directivos saben cuándo deben
concursar.
Una organización que decide
concursar en base a criterios objetivos fundamentados en el análisis de la
oportunidad, es una organización que gestiona de forma eficaz el
proceso de acceso a mercados en la etapa 3. Concursar – b) Decidir.
Dotar, asignar efectivos,
es la segunda razón por la que existen directivos en las organizaciones.
Tomada una decisión de concursar
es momento de provisionar el equipo adecuado para ello.
·
Los buenos directivos se involucran en el
proceso de elaboración de la «Propuesta» dotando recursos humanos y
materiales.
·
Los buenos directivos crean equipos
multidisciplinares, donde la realización del producto de trabajo «Propuesta» es
repartida entre las personas con la mayor capacidad para la misma.
·
Los buenos directivos saben que la capacidad
es una combinación equilibrada de «disponibilidad» y «conocimiento
del negocio».
Por ello, es responsabilidad
de los directivos – y sólo de los directivos – decidir qué
personas y qué medios deben movilizarse para la realización de una «Propuesta».
·
Porque los buenos directivos saben qué
capacidades tienen sus recursos.
·
Porque los buenos directivos quieren
recuperar la inversión en sus «Propuestas».
Una organización que decide
concursar y asigna efectivos considerando la capacidad, es una
organización que gestiona de forma eficiente el proceso de acceso a mercados
en la etapa 3. Concursar – c) Dotar.
Una organización que asigna
recursos con capacidad tiene más posibilidades de ganar que otra que
no lo haga.
Desarrollar la «Propuesta»
es la responsabilidad de los efectivos «capacitados» y asignados
a la misma.
Desarrollar la «Propuesta»
requiere:
·
Coordinación de las personas
participantes: «quién prepara qué, qué formatos se aplicarán, quién gestiona
el plazo, quién maneja los tiempos, quién recoge dudas y habla con el
cliente…».
·
Dedicación de las personas participantes:
*
Inmersión en el contexto de la
oportunidad: «cliente, hoja de cualificación, pliegos, actas de reunión,
entrevistas con la fuerza de ventas participante…». Abordar de forma
exhaustiva los factores exógenos.
*
Inmersión en el contenido de la
oportunidad: «alcance, objetivos, solución, criterios de valoración…». Profundizar
en los factores endógenos.
Existen múltiples tipos de
propuesta en función de cada negocio. Una organización TIC hablará de:
·
Propuestas de consultoría y desarrollo:
metodología, análisis y diseño, construcción, implantación, gestión de la
calidad…
·
Propuestas de servicios gestionados:
modelo, definición, implantación, formación, ANS, retorno…
·
Propuestas de servicios técnicos
profesionales: personas, CV, experiencias de los profesionales, etc.
·
Propuestas de sistemas: migración de
plataformas, instalaciones, virtualización, almacenamiento, cloud, …
Pero cada «Propuesta» debe
ser siempre «un traje a la medida» de las expectativas del
cliente objetivo (y en lo posible, «un traje» que las mejore).
Una organización que decide
concursar, asigna efectivos considerando la capacidad, y elabora «Propuestas»
completas, competitivas y personalizadas, es
una organización que gestiona de forma eficaz el proceso de acceso a
mercados en la etapa 3. Concursar – d) Desarrollar.
Desarrollar «Propuestas»
completas, competitivas y personalizadas es per-se
una disciplina: El Arte de Elaborar Propuestas.
Una organización que asigna
recursos con capacidad y elabora «Propuestas» completas, competitivas
y personalizadas tiene más posibilidades de ganar que otra que no lo
haga.
Presentación y adjudicación de
la «Propuesta».
Aquí hay que «echar el
resto». Tiene una duración y
actividades variable en función del terreno en el que queremos entrar.
Tomando como base las licitaciones públicas puede hablarse de:
·
Presentación, es decir, preparar toda la
documentación, ensobrar y entregar (en procesos con procedimiento electrónico
es similar pero haciendo uso de Internet y tarjeta de identificación).
·
Apertura de plicas y subsanaciones.
·
Evaluación.
·
Defensa, es decir, exposición de la «Propuesta»
de cara a resolver dudas o detallar su contenido al cliente decisor.
·
Adjudicación.
Más importantes que las etapas
que lleva la Presentación y adjudicación son las acciones que se
desarrollan durante el tiempo que duran las mismas.
En este periodo todas las
organizaciones que «cualificaron la oportunidad» realizan lobby con
y alrededor del cliente decisor.
·
Los buenos comerciales «tiran de
agenda» para contactar con las personas que puede influir en el decisor;
crean un «clima favorable» alrededor de la «Propuesta».
·
Los buenos comerciales «persiguen» al
decisor para influir en su decisión, pero sin llegar a «agotar el contacto».
Una organización que elabora
una «Propuesta» de personalizada, de calidad y competitiva,
que licita dentro las restricciones que marca el mercado, que influye
para que le sean favorables, que respeta todas las reglas, es
una organización que gestiona de forma eficiente el proceso de acceso a
mercados en la etapa 3. Concursar – e) Presentar.
Una organización que concursa
desde una posición favorable tiene todas las posibilidades de ganar frente
a otra que no lo haga.
Evaluar guarda relación
con la mejora. Una organización que se precie debe moverse en escenarios
de mejora continua.
Conocer las causas objetivas que
han derivado en una adjudicación o en un rechazo es fundamental para la
sostenibilidad de la organización.
Por ello, se dice que:
·
Los buenos directivos conocen las
variables que han provocado la victoria o la derrota.
·
Los buenos directivos ejecutan las
acciones que acentúan sus probabilidades de victoria.
Una organización que estudia
las causas de su éxito y las acentúa, y que estudia las causas de su fracaso y
las elimina, es una organización que gestiona de forma
eficaz el proceso de acceso a mercados en la etapa 3. Concursar – f)
Evaluar.
Una organización que vela por no
cometer los mismos errores y por crear las condiciones que provocaron los
aciertos tiene más posibilidades de ganar que otra que no lo haga.
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