El Arte de Ganar (IV) - Ganar es un proceso (1) - Conocer
Acceder al mercado es un
proceso que consta de tres etapas:
1. Conocer.
2. Seducir.
3. Concursar.
3. Concursar.
Ocupado el terreno es
necesaria una etapa más:
4. Realizar.
Conocer persigue el
objetivo de «establecer contacto» desde las premisas de la máxima
eficiencia.
Conocer requiere las
etapas siguientes:
1. Seleccionar
los clientes objetivo.
2. Estudiar
los clientes objetivo.
3. Contactar
con los decisores en los clientes objetivo.
Seleccionar los clientes
objetivo responde a criterios de cualificación. Se trata de
ordenarlos atendiendo a criterios como:
1. Volumen
de negocio.
2. Presencia
y mercados en los que opera.
3. Capacidad
de compra.
4. Capacidad
de desarrollo.
5. Presencia
previa.
6. Interés
para la estrategia de la organización.
Los buenos comerciales
saben que es más fácil extender la cartera de servicios y productos de la
organización en un cliente objetivo donde exista presencia previa que un
cliente nuevo.
Los buenos directivos
saben que es necesario explotar al máximo el terreno ocupado.
Los buenos directivos
saben que es necesario identificar y acceder a nuevos terrenos no
ocupados previamente por la organización.
Los buenos directivos
saben que es necesario equilibrar el desarrollo en los clientes con
presencia y el desarrollo en nuevos clientes.
Los buenos directivos
gestionan la cartera de clientes objetivo casando los intereses
estratégicos de la organización (dispersión vs concentración, crecimiento
vs contracción, expansión geográfica vs penetración regional), con respecto al volumen
de negocio de los clientes objetivo, su presencia en los mercados y
su potencial de desarrollo.
Una organización donde exista una
cartera equilibrada de clientes actuales y potenciales y donde exista
una priorización atendiendo a criterios de estrategia es una
organización que gestiona de forma eficaz el proceso de acceso a mercados
en la etapa de 1. Conocer – a) Seleccionar los clientes objetivo.
Una organización donde se seleccionen
los clientes objetivos tiene más probabilidades de ganar que otra
organización donde no se haga.
Estudiar los clientes objetivo
responde a criterios de inteligencia. Se trata de obtener la máxima
información para poder gobernar el proceso de ganar:
1. Principales
accionistas: «¿Quién tiene el mayor número de acciones-participaciones?,
¿es el gerente?, ¿quién toma las decisiones?, ¿quién influye en las
decisiones?».
2. Memorias
de actividad: «¿Qué hacen?, ¿para quién trabajan?, ¿qué medios usan?,
¿qué nivel de industrialización tienen?, ¿qué hay en nuestra cartera que pueda
complementarles?».
3. Planes
Estratégicos: «¿Cuál es su posición en el mercado?, ¿son líderes en
algo?, ¿qué visión tienen?, ¿a dónde están orientando sus inversiones?, ¿qué
expectativas de crecimiento tienen?, ¿en qué mercados están o quieren estar?,
¿podemos acompañarles?».
4. Estructuras
de poder: «¿Quién manda?, ¿quién toma las decisiones estratégicas?,
¿quién toma las decisiones operativas?, ¿quién decide las compras relacionadas
con nuestra cartera comercial?, ¿conocemos a alguien ahí?»
5. Clima:
«¿Cuál es su rotación entre los profesionales cualificados?, ¿y entre
los directivos?, ¿por qué?; ¿están inmersos en procesos de compra por
terceros?, ¿están inmersos en procesos concursales?, ¿están los cuadros de
mando condicionados por terceros?, ¿son libres para decidir?».
6. Situación
económica: «¿Cuál es su riesgo cliente?, ¿son morosos?, ¿qué dicen sus
estados contables?, ¿pueden financiarse por recursos ajenos?, ¿qué criterios de
financiación aplican?, ¿se financian con proveedores?, ¿cómo pagan?, ¿están
ahogados financieramente?».
7. Necesidades
no cubiertas – expectativas: «¿Qué tienen en su cartera para comprar?,
¿qué compran y qué presupuestos manejan?; ¿qué necesitan y no pueden
encontrar-desarrollar?, ¿podemos ayudarles desde nuestra cartera de productos y
servicios?; ¿podemos plantear escenarios de colaboración?».
8. Principales
clientes: «¿Quién compra los productos y servicios que ofertan?,
¿dónde?, ¿por qué?».
9. Principales
proveedores: «¿Con quién trabajan habitualmente?, ¿qué peso tienen en
sus gastos?, ¿quién y por qué se lleva la mayor parte de sus compras?, ¿están
fidelizados?».
10. Presencia:
«¿Conocen a nuestra organización?, ¿en qué ámbitos?, ¿qué percepción
tienen?; ¿aprecian nuestro trabajo?, ¿qué no han encontrado con
nosotros?; ¿operamos en la actualidad con ellos?, ¿qué hemos hecho con ellos en
el pasado?, ¿qué podemos hacer en el futuro?».
Hay dos máximas que se hacen
ciertas:
ü «No
hay mejor libro que aquél que dice exactamente lo que piensas».
ü «A
todos nos gusta escucharnos a nosotros mismos en las palabras de los demás».
Así, «conocer a los clientes
objetivo mejor que lo que ellos mismos se conocen» es la primera
condición para que presten atención a nuestra cartera de productos y servicios.
Los buenos comerciales
saben que los clientes se consiguen a través de un profundo y extenso
conocimiento de los mismos.
Los buenos directivos
saben que «es más fácil entrar en un terreno que se conoce que en un terreno
desconocido».
Una organización que hace uso de servicios
de inteligencia para alcanzar el máximo conocimiento de sus clientes
actuales y potenciales y donde exista una priorización atendiendo a
criterios de convergencia entre necesidades y cartera de productos y servicios
es una organización que gestiona de forma eficaz el proceso de acceso a
mercados en la etapa de 1. Conocer – b) Estudiar los clientes objetivo.
Una organización donde se obtenga
un conocimiento exhaustivo y constante de los clientes
objetivo, tiene más probabilidades de ganar que otra organización
donde no se haga.
Contactar con los decisores en
los clientes objetivo responde a criterios de relación. Se trata de buscar
el camino para acceder a las personas identificadas en los pasos previos (Seleccionar
y Estudiar) como objetos de la acción de Conocer:
- Puerta fría: cuando no hay más remedio, «llamar, hablar con los/as adjuntos/as, intentar cerrar una cita, quizá con alguien cercano al decisor, quizá con el propio decisor...»,
- Puerta caliente: lo ideal, «conocer y acceder a quien te dé acceso a tu cliente». Hacer uso del networking: un amigo/a o conocido/a que tenga las llaves del decisor, «hablarle de la organización, de su cartera, de lo que puede hacer por tal o cual, de su interés por contactar con el decisor…».
o
Puede ser alguien de dentro o de fuera, pero siempre
alguien cercano. El objetivo: «cerrar una cita...» pero con un
conocimiento-espera previa por parte del decisor.
Los buenos comerciales
saben que es más fácil «colocar el discurso» cuando el decisor ha sido
previamente informado y mantiene una actitud favorable al mismo.
Los buenos directivos
saben que – conseguido el acceso al decisor – es necesario sacar el máximo
partido del contacto.
Los buenos directivos
saben que no basta con acceder a terrenos donde existen caminos fáciles;
existen muchos otros «no explorados» por desconocimiento del acceso.
Los buenos directivos
saben que es necesario equilibrar el desarrollo en los clientes con
acceso franco y el desarrollo en clientes desconocidos.
Los buenos directivos
gestionan la cartera de clientes objetivo equilibrando aquéllos de acceso
fácil con los que requieren dedicación comercial, siempre atendiendo a los intereses
estratégicos de la organización, con respecto a su cuota de penetración
en los mercados objetivos.
Una organización donde exista una
cartera equilibrada de clientes con y sin acceso franco, donde exista
una prospección constante atendiendo a criterios de estrategia, es una organización que gestiona
de forma eficaz el proceso de acceso a mercados en la etapa de 1.
Conocer – c) Contactar los clientes objetivo.
Una organización donde se accedan
los clientes objetivos tiene más probabilidades de ganar que otra
organización donde no se haga.
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