Oteiza (V) - Vidas como historias

En historia se nos ha convertido la propia vida actual a través de los corresponsales extranjeros en la prensa, la radio, la televisión. Vale la pena reflexionar cómo se nos da toda información como historia de los demás, la que se nos impone fatalmente, acentuando nuestra pasividad de espectadores, paralizando nuestra voluntad para ver y considerar activamente las cosas. Donde podemos darnos cuenta de este peligro que es para nosotros la formación de una especio de consciencia (o subconsciencia) de no intervención, es asistiendo a un reportaje vivo de los seres que a veces nos transmite la televisión. Cuando apagamos el televisor creemos haber participado  en el dolor y las preocupaciones del mundo: y ya no nos parece suficientemente interesante nuestra propia realidad (esto es en el fondo lo que deseamos cobardemente) y así abandonamos nuestros problemas diarios en manos de los demás. Pero no nos engañemos: esta pequeña realidad mundial, en la que sí tenemos (o podemos esperar) un posible acceso, es precisamente a través del mejoramiento de nuestra inmediata y diaria situación.

Oteiza, "De un pueblo guipuzcoano a otro", 1962, QUOSQUE TANDEM...!